martes, 3 de agosto de 2010

Capitulo Cuatro :)

Me despierto.Como desde hace una semana, creo, el tiempo pasa lento y yo ya no se ni donde estoy , no salgo de mi casa, solo quiero llorar en mi habitacion, sin que nadie me moleste.
Pero siempre esta la llamada de por la mañana ,para asegurarse que no he hecho ninguna locura, de Tania y Gema.
Odio esas llamadas <<¿estas bien?>> <> <<¿segura que no necesitas nada?>> <> y cuelgo.
Me levanto de la cama, sin ganas, voy a la cocina, cojo un vaso, echo la leche, la caliento en el microondas.
¿Por qué al principio no me habia afectado tanto , y con el paso de los días se me hacia incluso cada vez mas dificil?
¿No se ha dicho siempre que el tiempo cura las heridas? Yo no lo creo.Cada día es peor.Mas sufrimiento.
Echo tanto de menos a ese hombre tan gracioso,simpatico,alegre,divertido, lo era todo, siempre conseguia sacarme una sonrisa, y si no era asi, siempre podia hacerme cosquillas para hacerme reir.Echo tanto de menos a... mi padre.
No me puedo creer por lo que estoy pasando...¿No se supone que a la gente buena le pasan cosas buenas?
Me acuesto en el sillón, con el vaso de leche en las manos, me lo tomo rapido, dejo el vaso en la mesilla baja del salón y me acuesto acurrucandome con mis pies,abrazandome a ellos. Y poco a poco me vuelvo a quedar dormida.
Un fuerte ruido me despierta.No deja de sonar.Me doy cuenta, el telefonillo.
-¿Quien es?
-La santa maria.
-Y el espiritu santo.
Entonces reconosco sus voces, Tania y Gema
Abro. Suben las escaleras y entran.
-Vistete, rápido .-Dice Tania apresurada. Va a mi habitación y abre el ropero.
Miro a Gema a fin de conseguir una explicación.
-Hay fiesta en casa de Victoria.-Consigo mi explicacion.
-¿Y no habeis pensado que quiza yo no quiera ir?
-Tienes que distraerte, además deberias estar contenta de que por fin nos veamos ¿no?
-Claro , claro .
No pude convercerlas de que me dejaran en mi casa, me vesti, y vamos a la fiesta en casa de Victoria.
Llego.
-Hola.-Me viro y ahi esta el.
-Hola ¿qué haces tu aqui?.-era tan... guapo siempre me pierdo en él.

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